lunes, 2 de mayo de 2016

Raid de los Andes 2016

Para tener en cuenta ...

Muchas veces,  frente a este tipo de carreras, creemos o estamos convencidos en seguir las convenciones y sugerencias clásicas para este tipo de eventos. Hay que considerar que no todas las carreras son iguales, y que en carreras que superen los 30 minutos, la alimentación y la hidratación juegan un papel clave.

Van aquí algunas sugerencias para considerar:

Alimentación: en los días previos a la carrera, y esto en función del plan de entrenamiento que hayamos seguido, no sólo es importante reponer Hidratos de Carbono, sino también asegurarnos de ingerir proteínas, para que nuestra musculatura pueda seguir recuperándose, no sólo en lo energético, sino también en su aspecto plástico, constitutivo. Junto con esto, y dada la duración de la carrera, es clave tener en cuenta que no la Glucosa no será la fuente principal de Energía, sino los Lípidos; los Hidratos sólo nos permitirán utilizar las grasas de una manera más eficiente.

Para la recuperación posterior a cada etapa, sucede algo similar, por ello es importante que en cada comida estén presentes estos 3 nutrientes: Hidratos, Proteínas y Lípidos. En particular, en el almuerzo post etapa, se sugiere una mayor proporción de Hidratos, mientras que en la cena, una mayor proporción de Proteínas.

Hidratación: si bien es bastante evidente, es clave estar atentos a la hidratación, incluso, y sin exagerar, hidratar aun sin sensación de sed. El agua, y las sales, nos aseguran se cumplan muchos procesos fisiológicos ligados al rendimiento, a la vez que ayudan a equilibrar y disminuir muchos de los efectos que se adjudican a la altura.

Elongación: aspecto clave para disminuir las contracturas y las molestias que de ellas se puedan derivar, a la vez que favorece un correcto accionar muscular.


Entrenamiento Previo: sin dudas este es uno de los aspectos que está más ligado al plan de entrenamiento que el Profe haya elaborado, pero seguramente habrá optado por algún entrenamiento continuo y no muy extenso ni exigente para uno ó dos días previos al inicio de la competencia.



Martín A. Pan
Prof. Nac. de Educación Física


viernes, 18 de marzo de 2016

Efectos de la Suplementación con Alanina en Corredores

En busca de mejorar nuestro rendimiento al correr, solemos hacer hincapié en los estímulos que provocan una adaptación a un mayor rendimiento, ya sea una mayor distancia o una mayor velocidad. Este proceso de entrenamiento debe o debiera ser acompañada de una dieta que no siempre es guiada por un especialista en nutrición, pero que de todas formas consideramos adecuada. ¿Lo es realmente? Recordemos que en los corredores de distancia, en las carreras que van más allá de los 30 minutos, la alimentación juega un papel clave.

Acostumbramos preocuparnos si la cantidad de Hidratos de Carbono es la adecuada, o si las Proteínas que ingerimos lograrán recuperar nuestras fibras musculares lo suficientemente rápido para el siguiente entrenamiento; pero muchas veces dejamos de lado a otros nutrientes que son de alta importancia para mantener o mejorar nuestra performance.

Aquí viene el punto que queremos tratar en este artículo, no todas las proteínas (que recordemos son cadenas de aminoácidos) son “estructurales”, muchas de ellas cumplen otras funciones esenciales, que pueden mejorar nuestro rendimiento al correr.


Alanina

La Alanina es un aminoácido no esencial, que conjugado con la Histidina forman un dipéptido llamado Carnosina; pero dado que la Alanina no se encuentra en abundancia en el organismo, la formación de Carnosina se encuentra limitada, de allí que en algunos casos se sugiere la conveniencia de la suplementación.

La Carnosina cumple funciones antioxidantes; se relaciona también con la memoria y el aprendizaje; y en relación a lo deportivo y el rendimiento, toma un papel importante respecto de la Contractilidad Muscular, la sensibilidad al Calcio en las fibras musculares y ayuda a regular el PH.

La Carnosina entonces, ayuda también a activar enzimas que aseguran las reservas de energía en el músculo en forma de ATP.

Por otro lado, al aumentar la sensibilidad al Calcio a nivel muscular, se reduce la fatiga, incrementando también la fuerza.

Respecto de la actividad “buffer”, colabora entre un 7% a 10% en la eliminación del Lactato, por lo cual nos proporciona al correr un retraso en la aparición de la fatiga muscular.

Entre os posibles beneficios, podría proporcionar un incremento en la Capacidad Anaeróbica Láctica, mejorando el Umbral de Lactato.

La Alanina se encuentra asociada a otros beneficios, como el de reconvertirse en el hígado en glucosa para ser utilizada por el cerebro, músculos, piel, retina y médula renal.

A su vez, ayuda en funciones metabólicas de los Ácidos Grasos y Glucosa, asistiendo a su regulación.


Como siempre, se sugiere que la guía de una dieta adecuada, incluyendo la suplementación nutricional, debe ser llevada adelante por un Nutricionista relacionado y con conocimientos en la actividad física de rendimiento.




Martín A. Pan
Prof. Nac. de Educación Física

lunes, 7 de marzo de 2016

Recuperación del Entrenamiento

El Descanso

Los procesos de de entrenamiento, como otras tantas cosas, están compuestos de procesos más pequeños; generalmente se los llama macrociclos, etapas de entrenamiento compuestos por mesociclos, procesos más pequeños compuestos a su vez por microciclos, que se descomponen en la unidad, el día de entrenamiento en sí mismo. Cómo es obvio, cada etapa de entrenamiento tiene un objetivo particular.

Este tipo de estructura ayuda a los entrenadores a organizar los diferentes estímulos que favorecerán el cumplimiento del objetivo.

Si bien todo proceso de entrenamiento se compone de un juego entre estímulo y recuperación, trataremos la recuperación anual del entrenamiento.

El cuerpo y la mente fueron ya estimuladas y exigidas durante el año para alcanzar su mejor nivel; se haya logrado o no, el desgaste que sufrieron es importante. Esto puede manifestarse en dolores, molestias, inflamaciones, microdesgarros, contracturas y fastidio por la actividad física realizada; o puede no percibirse nada, lo cual no significa que no estén presentes, sólo que el umbral de percepción es distinto.

Por ello, todo ciclo de entrenamiento debe contemplar un tiempo anual de recuperación, lo cual no quiere decir sentarse a ver TV, sino más bien adaptar los estímulos para que permitan y favorezcan la recuperación. Es importante entonces en este período reducir los volúmenes de entrenamiento en forma notoria, como así también las intensidades, que se mantendrán dentro de los márgenes aeróbicos o de la Resistencia de Fuerza. Estas adaptaciones permitirán tanto a músculos y tendones como la estructura ósea a llevar una exigencia menor a la que están adaptados, lo cual permitirá una rápida y segura recuperación del entrenamiento.

La elongación es una buena cualidad a desarrollar en este momento, ya sea porque se dispone de mayor tiempo, o porque el tipo de actividad propuesta colabora y es ayudada a la vez, por el trabajo de flexibilidad muscular.

Respecto de la dieta y el tipo de alimentación, es bueno en principio consultar con el nutricionista para que nos oriente, pero en líneas generales, podemos dividirnos en dos grupos: los que están en su peso o por encima, que seguirán prestando especial cuidado a cantidad y calidad de la ingesta alimentaria; , y los que al terminar el año están por debajo de su peso, que probablemente el desgaste los haya llevado a perder algo de masa muscular, por lo cual será bueno que aumenten ligeramente la proporción en favor de lo proteico.

Es entonces un mes del año para tomar el entrenamiento de otra forma, dedicar más tiempo a la flexibilidad y menos a la exigencia en tiempos o distancia; aprovechar para dar una mirada más recreativa e ir organizando el nuevo calendario que nos espera.


Martín A. Pan
Prof. Nac. de Educación Física


viernes, 12 de febrero de 2016

Mejorar la Velocidad al Correr

Desarrollo de la Velocidad

El incremento de la velocidad tanto al correr como al pedalear se debe a la conjunción de distintas variables, que al actuar en conjunto nos permiten mejorar nuestros tiempos.

Entre estas variables hay una en particular que es imposible de mejorar con el entrenamiento, la composición y distribución de nuestras fibras musculares, las cuales genéticamente nos son dadas, y a lo más que podemos aspirar es a aumentar su eficacia.

Hecho este recordatorio, y ya en lo práctico del entrenamiento, la velocidad se va a ver aumentada por una mejora Técnica, y por los incrementos de Fuerza (potencia en realidad) tanto en lo específico de nuestras piernas, como en la totalidad del cuerpo.

Por otro lado, los entrenamientos en velocidad logran un aporte importante en los sistemas de tamponamiento y aprovechamiento del Lactato, lo cual nos permite correr o pedalear durante más tiempo y a más velocidad.

A modo de pequeña síntesis, el aumento de la velocidad se debe a una mejora en la calidad técnica del movimiento y al incremento de la potencia muscular; sin olvidarnos de los componentes genéticos que nos son imposibles de modificar. Pero a su vez, podemos utilizar los entrenamientos de velocidad para mejorar varios aspectos de índole fisiológico y metabólico, los cuales, sumados a los técnicos, nos garantizarán no sólo un incremento en la velocidad, sino poder mantenerla por más tiempo.

Ahora bien, ¿Cómo entrenamos estos componentes? En cuanto a la velocidad específicamente hablando, empezaremos por trabajar los movimientos técnicos. Junto con ellos, o en forma solapada, la velocidad en sí misma, a través de ejercicios y movimientos de alta intensidad, corta duración y una importante cantidad de repeticiones; respecto de la recuperación entre cada repetición, deberá ser completa; la idea es estar prácticamente en las mismas condiciones iniciales, ya sea que la hagamos pasiva o activa. Respecto de la hipertrofia que nos permita una mayor potencia, podremos recurrir a los trabajos de pliometría o a la musculación en algún gimnasio donde sepan darnos el seguimiento adecuado. Poco a poco iremos incrementando la duración de estas pasadas y reduciendo la intensidad y número de repeticiones; lo cual nos conducirá a aplicar la velocidad a distancias más prolongadas.

Otro recurso a utilizar son las llamadas progresiones, que se refiere al incremento de velocidad en forma paulatina y estable, a diferencia de las pasadas donde la velocidad se incrementa en forma lineal para luego mantenerla hasta el final de la distancia a cubrir. En las progresiones, los incrementos se dan por segmentos, llegando en los últimos tramos a la velocidad máxima. Respecto del incrementos de distancias y tiempos de recuperación, seguiremos los mismos lineamientos que para las pasadas de velocidad.

Si bien, como decíamos al inicio, los entrenamientos de pasadas o progresiones pueden ser utilizados para mejorar los mecanismos de tamponamiento del lactato a partir de la reducción de los tiempos de recuperación entre repeticiones, puede utilizarse para cubrir el mismo objetivo los entrenamientos intervalados. Teniendo en cuenta el objetivo buscado, los ejercicios se llevarán adelante sobre una distancia prolongada y en forma continua, sin cortes; en ese proceso se intercalarán en forma alternada momentos de alta, media y baja intensidad, su orden de ubicación dependerá de lo buscado.

Estas propuestas metodológicas para el entrenamiento tienen muchos matices que en la implementación será el entrenador quien las ordene y de forma, pero todos ellos apuntan a mejorar no tanto nuestra velocidad en distancias cortas, sino en las distancias medias y largas.


Martín A. Pan
Prof. Nac. de Educ. Física


miércoles, 3 de febrero de 2016

Fuerza y Potencia Muscular para Runners

Entrenamiento en el Gimnasio

Muchas veces nos planteamos como corredores o como ciclistas si ir al gimnasio nos brindará algún aporte que mejore nuestra velocidad o resistencia. En general, para resolver este cuestionamiento nos encontramos con una doble respuesta; los que apoyan el entrenamiento en el gimnasio como un aporte importante para nuestra actividad, y los que la condenan por considerar que nos pondrá rígidos a la hora de subirnos a la bici o de correr.

Empecemos por la negativa. El entrenamiento de musculación no tiene por que hacernos perder velocidad o elasticidad, como todo entrenamiento, si lo seguimos correctamente, dará un gran aporte a nuestro rendimiento. Para ello es imprescindible que entendamos que el plan de musculación es parte de nuestra planificación general, y que por lo tanto se rige por las mismas pautas y ciclos. Sumado a esto, debemos asumir que el entrenamiento en el gimnasio es un entrenamiento más, entonces la hidratación, la alimentación y la elongación deben formar parte de cada sesión.

El entrenamiento en el gimnasio es un excelente aporte a nuestra actividad deportiva, según como lo planifiquemos y llevemos a cabo, nos ayudará a evitar lesiones y mejorará nuestra Resistencia y Potencia Muscular, y siendo un poco más osados, con la Resistencia General Anaeróbica que a su vez colaborará con la Potencia General Aeróbica. Es obvio que para obtener la mayor eficacia, el plan de entrenamiento debe ser adecuado y cumplir con las pautas del ciclo de entrenamiento en el que nos encontremos.

Como lineamientos generales vamos a tener en cuenta que la musculatura necesita de una preparación básica antes de encarar los ejercicios que nos demanden mayor fuerza; luego, en forma progresiva y respetando los principios del entrenamiento, iremos incrementando los pesos (cargas). Aunque suene reiterativo, es importante respetar los principios de estimulación, adaptación y recuperación (descarga).

Entonces, nuestra iniciación en el gimnasio consistirá de una preparación de nuestros músculos donde trabajaremos con cargas que nos permitan realizar 3 series de 12 a 15 repeticiones por no menos de 3 semanas con la carga que hayamos elegido en la primera oportunidad, aunque sintamos que podemos incrementarlas. En una segunda etapa de otras 3 semanas, aumentaremos los pesos (otra vez sin variarlas por el período) para trabajar con 3 ó 4 series de 10 a 12 repeticiones.

Llegados a esta instancia deberíamos estar preparados para iniciar un entrenamiento más específico, siempre de acuerdo a nuestro plan maestro y vigilando las posiciones correctas para no lastimarnos.

Cuando trabajamos con 3 ó 4 series entre 10 a 15 repeticiones con tiempos de recuperación entre 30'' y 1', estamos entrenando las fibras musculares más resistentes, fibras que tienen la cualidad de la Resistencia Muscular.

En cambio, cuando las cargas que utilizamos no permiten trabajar con 3 series de entre 6 y 8 repeticiones con tiempos de recuperación de entre 1' y 2', el entrenamiento se enfocará a las fibras musculares que ese encargan de la Potencia Muscular.

Recordemos que estos estímulos se deben mantener sin alterar la carga por un mínimo de 3 semanas, para dedicar luego 1 semana a la descarga o recuperación, donde disminuiremos los pesos y aumentaremos levemente el número de repeticiones.

Así como utilizamos los entrenamientos en circuitos y los entrenamientos intervalados para favorecer nuestro rendimiento en la bici o al correr, también son aplicables al entrenamiento en el gimnasio. Un desarrollo de estas posibilidades sería complejo para este medio y favorecería la confusión o malos entendidos que probablemente desembocarían en alguna lesión; por ello, a la hora de encararlos, sería prudente consultar y pedir asistencia a los Profesores de Educ. Física que se encuentran a cargo de la sala de musculación.

El entrenamiento de musculación en gimnasios, llevados adecuadamente, favorecerán sin duda nuestro rendimiento a partir de mejorar nuestra potencia muscular, en consecuencia nuestra velocidad, y nuestra resistencia muscular, la capacidad de hacer una ligera fuerza por un tiempo sostenido.

Por último, hay un aspecto más que cabe destacar. Si el entrenamiento en el gimnasio lo ampliamos a todo el cuerpo, y la hipertrofia (aumento de la masa muscular) se logra en los músculos no específicos para nuestra actividad, hay un elemento más que favorecerá nuestro rendimiento. Durante el entrenamiento y la competencia, nuestro cuerpo produce Lactato, sustancia que depende cómo se la trate, puede ser nociva o productiva. Para que esto último se cumpla, y a partir del Lactato obtengamos energía en forma de glucosa, debe ser oxidado; proceso que se cumple efectivamente en nuestro hígado y en las fibras rojas de nuestros músculos. Es entonces que si no sólo hipertrofiamos nuestros músculos específicos, tendremos la posibilidad de reconvertir mayor cantidad de Lactato en Glucosa, y por lo tanto, obtener mayor energía mientras sacamos de nuestro cuerpo la sustancia que no nos favorece.

De nuevo, el entrenamiento en el gimnasio es un excelente aporte a nuestro rendimiento, la clave consiste en encontrar una buena guía que sepa llevarnos.