jueves, 23 de agosto de 2018

Sobrecarga de Hidratos de Carbono para Carreras de Resistencia


Sabemos que los Hidratos de Carbono (CHO) son el combustible principal para casi cualquier competencia o actividad deportiva; por un lado, por su utilización directa para obtener energía, ya sea de forma aeróbica o anaeróbica; y por otro, porque para oxidar las grasas que también nos permitirán obtener energía, también los hidratos, jugarán un papel clave.


                Partiendo de esta premisa, es importante maximizar, a través de diferentes métodos de entrenamiento, las reservas de CHO para que nuestro organismo logre acumular la mayor cantidad posible. El punto es que las cantidades que nuestros músculos e hígado pueden reservar en forma de glucógeno, son limitadas, y se encuentran alrededor de entre 300g y 400g,  dependiendo además, de varios factores.

                Aproximadamente, ya que esto dependerá de la intensidad de carrera, temperatura, humedad, etc., nuestro cuerpo necesita para preservar las reservas de Hidratos de Carbono, según Jeukendrup unos 60 gramos por hora en carreras de entre 1 y 2 horas, o, unos 90 gramos por hora en carreras de más de 3horas. Es de tener en cuenta, que algunos estudios adjudican la aparición del “muro” a una depleción notoria de las reservas de Carbohidratos, lo cual también tendría relación con una mayor acumulación de Lactato.

                Si bien durante las carreras o competencias, es bueno, y necesaria, la reposición de CHO a partir de la ingesta de bebidas deportivas, geles, o algún otro alimento rico en carbohidratos para preservar sus reservas hepáticas, hace ya algunos años se ha experimentado con generar una sobrecompensación de las reservas de glucógeno previa a la competencia, para partir con una carga mayor de los mismos. De más está decir que dicha carga “extra”, es momentánea, y sólo dura unos pocos días.

                Se han probado varios métodos, y se ha encontrado una mayor efectividad cuando dicha sobrecarga se aplica a competencias de una duración mayor a los 90 minutos, en las de entre 45 y 90 minutos, no se han hallado beneficios significativos. Entre los màs destacados, se encuentran dos:
-          Método tradicional modificado: consiste básicamente en disminuir notoriamente el esfuerzo del entrenamiento durante los últimos 3 días previos a la competencia, e incrementar de forma importante la ingesta de CHO durante los mismos días.
-          Método Fairchild: aunque bastante más osado, y probablemente para atletas que conocen muy bien el funcionamiento de su cuerpo. Consiste en el día previo a la carrera, y luego de una entrada en calor, correr durante 2’30’’ al 130% del VO2pico, el cual se completa con 30’’ de un sprint final. Luego, se debe llevar por 24hs, una dieta elevada en Hidratos de Carbono (10,3g por kg de peso).

Es importante recordar que, como toda nueva experiencia, debe ser probada previamente en situación de entrenamiento, para evaluar sus posibles beneficios o sus inconvenientes.


Martín A. Pan
Prof. Nac. de Educación Física




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